Que unos padres acaben imputados por un delito de abandono de familia por las faltas reiteradas de sus hijos a clase no es habitual, pero ocurre y tiene castigo. La ley recoge penas de prisión de entre tres y seis meses de cárcel y el pago de multas considerables para los progenitores de los menores que hacen pellas de forma habitual. El motivo: el incumplimiento de una de las obligaciones familiares, la garantía de la educación.
Viaje a la ciudad construida sobre el milagro de la obsesión de EEUU con perder peso
Desde hace 50 años, el gigante farmacéutico Novo Nordisk fabrica en la planta de Kalundborg la mitad de insulina que se produce en el mundo, lo que ha dado una cierta prosperidad a la ciudad. Pero hace dos años, la farmacéutica danesa anunció la inversión de 60...