Que unos padres acaben imputados por un delito de abandono de familia por las faltas reiteradas de sus hijos a clase no es habitual, pero ocurre y tiene castigo. La ley recoge penas de prisión de entre tres y seis meses de cárcel y el pago de multas considerables para los progenitores de los menores que hacen pellas de forma habitual. El motivo: el incumplimiento de una de las obligaciones familiares, la garantía de la educación.
Delirium: el síndrome que afecta con frecuencia a los pacientes mayores hospitalizados
La demencia no es una enfermedad específica, sino un término general que se emplea para describir la pérdida progresiva de las funciones cognitivas: atención, concentración, orientación, capacidad de resolución de problemas…