De nuevo un macabro suceso de la muerte de unos niños por manos de su madre ha saltado a los medios de comunicación como un auténtico mazazo en el sinsentido y la sinrazón que supone la reiteración de decisiones que se toman por los padres de “resolver” sus diferencias personales poniendo el objetivo de sus iras y venganzas personales en sus hijos. En unos seres indefensos que inspirados en la confianza que les genera su padre o su madre son capaces de seguirles y aceptar lo que les digan en la seguridad de que ellos no serán capaces nunca de hacer nada que ponga en peligro sus vidas.
Lo más difícil del amor fue pasar del ‘yo’ al ‘nosotros’
"En el Estados Unidos laico, la última vaca sagrada es el yo. Lo que es bueno para el yo es bueno por sí mismo. Lo que amenaza al yo —ya sea el matrimonio, la maternidad, la amistad o la familia— tiene que analizarse...Amar a alguien en las buenas y en las malas,...