De nuevo un macabro suceso de la muerte de unos niños por manos de su madre ha saltado a los medios de comunicación como un auténtico mazazo en el sinsentido y la sinrazón que supone la reiteración de decisiones que se toman por los padres de “resolver” sus diferencias personales poniendo el objetivo de sus iras y venganzas personales en sus hijos. En unos seres indefensos que inspirados en la confianza que les genera su padre o su madre son capaces de seguirles y aceptar lo que les digan en la seguridad de que ellos no serán capaces nunca de hacer nada que ponga en peligro sus vidas.
«La inestabilidad laboral y la falta de apoyos públicos son barreras que contribuyen a explicar los bajos niveles de fecundidad actuales»
La profesora del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad Pública de Navarra, Begoña Elizalde-San Miguel, señala que los progresos alcanzados por las mujeres en el control sobre su reproducción y su entrada a ámbitos de la vida social de los que...