De nuevo un macabro suceso de la muerte de unos niños por manos de su madre ha saltado a los medios de comunicación como un auténtico mazazo en el sinsentido y la sinrazón que supone la reiteración de decisiones que se toman por los padres de “resolver” sus diferencias personales poniendo el objetivo de sus iras y venganzas personales en sus hijos. En unos seres indefensos que inspirados en la confianza que les genera su padre o su madre son capaces de seguirles y aceptar lo que les digan en la seguridad de que ellos no serán capaces nunca de hacer nada que ponga en peligro sus vidas.
Por qué ni los millennials ni la generación Z aspiran ya a ser felices en su trabajo
Esta practicidad también parece demostrarse en otros aspectos de la encuesta, como en lo concerniente al salario. Al parecer, el 56% de los millennials piensan principalmente en el sueldo a la hora de interesarse por sus trabajos. Cuando se trata de la generación Z,...