De nuevo un macabro suceso de la muerte de unos niños por manos de su madre ha saltado a los medios de comunicación como un auténtico mazazo en el sinsentido y la sinrazón que supone la reiteración de decisiones que se toman por los padres de “resolver” sus diferencias personales poniendo el objetivo de sus iras y venganzas personales en sus hijos. En unos seres indefensos que inspirados en la confianza que les genera su padre o su madre son capaces de seguirles y aceptar lo que les digan en la seguridad de que ellos no serán capaces nunca de hacer nada que ponga en peligro sus vidas.
La contaminación del tráfico afecta a la función cerebral de las personas
Los hallazgos, publicados en la revista científica Environmental Health, han mostrado que solo dos horas de exposición a los gases de escape del diésel provocan una disminución de la conectividad funcional del cerebro, es decir, afecta a cómo las diferentes áreas del...