Hace veinte años el matrimonio Erlich se preguntó por qué la opinión pública no estaba tan asustada como ellos por los efectos de la explosión demográfica. Sobraba gente en el planeta y quien tuviera más de dos hijos debería ser visto como un irresponsable. La respuesta fue que las gentes se adaptan al largo plazo y reaccionan ante los fogonazos. Al ser la demografía de lenta evolución, la sociedad no percibe sus consecuencias. Ahora se podría dar otra contestación: los hijos los tienen los individuos y la masa no tiene conciencia colectiva.
La UE acuerda cuatro meses de permiso para ambos progenitores
La Unión Europea quiere avanzar de una vez en la construcción del denominado pilar social para responder al legado de la crisis que sufren los ciudadanos y, a la vez, plantar cara a las recetas que proponen los movimientos populistas en el continente.