Hace veinte años el matrimonio Erlich se preguntó por qué la opinión pública no estaba tan asustada como ellos por los efectos de la explosión demográfica. Sobraba gente en el planeta y quien tuviera más de dos hijos debería ser visto como un irresponsable. La respuesta fue que las gentes se adaptan al largo plazo y reaccionan ante los fogonazos. Al ser la demografía de lenta evolución, la sociedad no percibe sus consecuencias. Ahora se podría dar otra contestación: los hijos los tienen los individuos y la masa no tiene conciencia colectiva.
Políticas de familia: olvido permanente
He leído hace unos días un breve documento del Foro Español de la Familia, titulado “Perspectiva de familia”. Me gustó el documento que viene a plantear: “hay muchas medidas de política familiar que pueden tomarse sin coste y que supondrían un gran...