Hace veinte años el matrimonio Erlich se preguntó por qué la opinión pública no estaba tan asustada como ellos por los efectos de la explosión demográfica. Sobraba gente en el planeta y quien tuviera más de dos hijos debería ser visto como un irresponsable. La respuesta fue que las gentes se adaptan al largo plazo y reaccionan ante los fogonazos. Al ser la demografía de lenta evolución, la sociedad no percibe sus consecuencias. Ahora se podría dar otra contestación: los hijos los tienen los individuos y la masa no tiene conciencia colectiva.
La tasa de natalidad sigue disminuyendo en muchos países
Recientes estudios demostraron que las tasas de natalidad están disminuyendo a nivel mundial. Una de las mayores consecuencias de una menor tasa de natalidad, es que los países deberán enfrentarse a desequilibrios demográficos.