En 2010 asumí un compromiso anual con todos ustedes que el año pasado, por circunstancias que no vienen al caso, me fue imposible cumplir. Mis disculpas. Sepan que les voy a hablar de temas personales que poco tienen que ver con el contenido habitual de Valor Añadido. De ahí que, quien continúe leyendo a partir de este punto, lo hace a su riesgo y ventura. Quedan avisados: para pasar de este primer párrafo hay que quitarse el gorro económico y renunciar expresamente al derecho al pataleo. Luego, no se me quejen.
Papá, un Superman de andar por casa
Padres en tiempos de cambio. Llevan a los niños al pediatra, cambian pañales y se comen a sus hijos a besos. El cambio de actitud de los jóvenes padres españoles no afecta, según los expertos, a la idealización que les profesan sus hijos, como tampoco lo hace el...