En 2010 asumí un compromiso anual con todos ustedes que el año pasado, por circunstancias que no vienen al caso, me fue imposible cumplir. Mis disculpas. Sepan que les voy a hablar de temas personales que poco tienen que ver con el contenido habitual de Valor Añadido. De ahí que, quien continúe leyendo a partir de este punto, lo hace a su riesgo y ventura. Quedan avisados: para pasar de este primer párrafo hay que quitarse el gorro económico y renunciar expresamente al derecho al pataleo. Luego, no se me quejen.
La educación en peligro: el sujeto desposeído
Que niños y niñas se preparan para la vida adulta mediante la imitación es un dato que la psicología contemporánea verificó con el pasar de los siglos, por ejemplo, con el condicionamiento de Thorndike o el aprendizaje social de Bandura. Pero, deberíamos preguntarnos,...