En 2010 asumí un compromiso anual con todos ustedes que el año pasado, por circunstancias que no vienen al caso, me fue imposible cumplir. Mis disculpas. Sepan que les voy a hablar de temas personales que poco tienen que ver con el contenido habitual de Valor Añadido. De ahí que, quien continúe leyendo a partir de este punto, lo hace a su riesgo y ventura. Quedan avisados: para pasar de este primer párrafo hay que quitarse el gorro económico y renunciar expresamente al derecho al pataleo. Luego, no se me quejen.
Seis argumentos a favor y siete en contra de los deberes
Desde hace tiempo, voces como CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado) promueven campañas clamando contra los deberes porque son algo obsoleto y perjudicial para alumnos (y, de rebote, para muchas familias). Pero cada día un...