Ahora que tanto se habla del estado del “malestar”, conviene quizás remontarse a los orígenes del estado del bienestar para comprender mejor lo que está en juego. “La idea surge tras la devastación causada por la Segunda Guerra Mundial en Europa. Los partidos democráticos llegan a un consenso para dar ‘protección’ a los ciudadanos. Se trata en el fondo de intentar crear una sociedad más justa, con un reparto más equitativo de la riqueza entre la población y con el ideal del pleno empleo”.
La debacle demográfica en Europa, expuesta en este mapa con un invitado engañoso: Mónaco
Mala noticia: según las estimaciones de la ONU para 2025, en Europa no hay ningún país que llegue a esa deseada tasa de fertilidad.