No cabe duda de que si hay algo que los padres y madres intentan evitar a toda cosa es el sufrimiento de sus hijos e hijas. Su preocupación es constante desde los primeros momentos del embarazo y los posteriores al nacimiento: “¿Estará bien? ¿Tendrá frío? ¿Calor? ¿Llorará porque tiene hambre?”.
¿Por qué la demografía no nos preocupa?
Hace veinte años el matrimonio Erlich se preguntó por qué la opinión pública no estaba tan asustada como ellos por los efectos de la explosión demográfica. Sobraba gente en el planeta y quien tuviera más de dos hijos debería ser visto como un irresponsable. La...