Son clichés heredados de nuestros padres, esas frases que un día nos aburrieron hasta la saciedad y prometimos no repetir a nuestros hijos, pero cuando nos ha llegado el momento de ser también papás han salido por nuestra boca con total naturalidad.
La sobreprotección en la adolescencia cría hijos cobardes y pasivos
No dejar que los jóvenes se equivoquen, se responsabilicen de sus tareas o solucionen a sus problemas, así como mostrar una preocupación excesiva por su seguridad o controlar sus relaciones personales, les impide desarrollar su autonomía y autoconfianza, cultivar su...