Javier Urra (Estella, Navarra, 1957) habla del infarto que sufrió hace una década con la serenidad característica de los psicólogos. Iba al volante de su coche y lo sintió llegar. Sabía lo que iba a pasarle. Desde entonces, lleva un ‘andamio’ en el interior del pecho. De aquel suceso nació ‘Vivir es poder contarlo’, un libro en el que él y sus médicos hablan del corazón con el corazón, valga la redundancia. Los beneficios que se obtienen de la venta de esa obra van para ‘Pequeños corazones’, una asociación que agrupa a familias cuyos hijos padecen cardiopatías congénitas.
¿No escuchan los adolescentes, o no nos sabemos comunicar?
Más allá de que la adolescencia tenga una imagen pública de fase “complicada”, en la que hijos, nietos o sobrinos se transforman de dulces niños a jóvenes huraños, lo cierto es que la falta de comunicación efectiva entre los jóvenes y los adultos es un problema...