Javier Urra (Estella, Navarra, 1957) habla del infarto que sufrió hace una década con la serenidad característica de los psicólogos. Iba al volante de su coche y lo sintió llegar. Sabía lo que iba a pasarle. Desde entonces, lleva un ‘andamio’ en el interior del pecho. De aquel suceso nació ‘Vivir es poder contarlo’, un libro en el que él y sus médicos hablan del corazón con el corazón, valga la redundancia. Los beneficios que se obtienen de la venta de esa obra van para ‘Pequeños corazones’, una asociación que agrupa a familias cuyos hijos padecen cardiopatías congénitas.
El mejor aliado del virus se llama fatiga pándemica
La Organización Mundial de la Salud describe la fatiga pandémica como “la desmotivación para seguir las conductas de protección recomendadas que aparece de forma gradual en el tiempo y que está afectada por diversas emociones,experiencias y percepciones, así como por...