Javier Urra (Estella, Navarra, 1957) habla del infarto que sufrió hace una década con la serenidad característica de los psicólogos. Iba al volante de su coche y lo sintió llegar. Sabía lo que iba a pasarle. Desde entonces, lleva un ‘andamio’ en el interior del pecho. De aquel suceso nació ‘Vivir es poder contarlo’, un libro en el que él y sus médicos hablan del corazón con el corazón, valga la redundancia. Los beneficios que se obtienen de la venta de esa obra van para ‘Pequeños corazones’, una asociación que agrupa a familias cuyos hijos padecen cardiopatías congénitas.
El enésimo problema de Rusia: no hay bebés para tanta guerra
En los últimos seis meses, las autoridades rusas han iniciado una cruzada contra el derecho al aborto, que pretenden tipificar como delito, así como poner en práctica otras medidas como persuadir a la mujer de que no interrumpa el embarazo, y presionar a las clínicas...