Es obvio que el tema que vamos a tratar esta semana es de capital importancia a la hora de cuestionar dónde estamos realmente en referencia a una sociedad convulsa y que verdaderamente se no está escapando de las manos. Me refiero a la metodología que utilizamos y los instrumentos de los que disponemos en materia de educar de forma adecuada a nuestros hijos, que serán futuros padres y posteriores abuelos, seguramente permisivos, que perpetuarán el ciclo retroalimentado tan peligroso como es el que estamos viviendo.
Cada cuatro minutos
Vamos de mal en peor. Y eso ocurre en todos los aspectos de la vida en España. El último informe del Instituto de Política Familiar es demoledor: cada cuatro minutos se rompe un matrimonio en España. ¿Va a quedar alguno para contarlo?