La educación de los hijos provoca muchas inseguridades y no pocas angustias a muchos padres. ¿Lo estaré haciendo bien? ¿Debería haberle castigado? ¿Me habré pasado de duro? ¿Seré demasiado blando? ¿Cómo logro que me obedezca? Psicólogos y pedagogos explican que quizá restaría presión a los progenitores modificar sus expectativas: en lugar de aspirar a hacerlo todo bien, plantearse no hacerlo mal y, sobre todo, evitar los errores más dañinos a la hora de educar.
Carta abierta a Rajoy, por Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia
Querido Presidente: Te escribo con la seguridad de que te preocupas de verdad por las cosas importantes que caen bajo tu responsabilidad. El motivo es la reciente STC sobre la ley de 2005 que suprimió el matrimonio para equipararlo a las uniones de personas del mismo...