La educación de los hijos provoca muchas inseguridades y no pocas angustias a muchos padres. ¿Lo estaré haciendo bien? ¿Debería haberle castigado? ¿Me habré pasado de duro? ¿Seré demasiado blando? ¿Cómo logro que me obedezca? Psicólogos y pedagogos explican que quizá restaría presión a los progenitores modificar sus expectativas: en lugar de aspirar a hacerlo todo bien, plantearse no hacerlo mal y, sobre todo, evitar los errores más dañinos a la hora de educar.
Ser Felices por fascículos
Hay estudios que indican que durante la infancia lo más relevante es el afecto de la familia, mientras que durante la adolescencia lo son las relaciones con amigos, el éxito académico o deportivo o el desarrollo de la propia identidad. En esta línea, durante la...