Un pequeño huracán está barriendo la estampa social española con suficiente fuerza como para que los ciudadanos estén alerta con estos aires que nos cercan cada vez más, ahogándonos en la impotencia. Hay situaciones institucionales, políticas, económicas, sociales y de todo tipo que, por vergonzosas, tal vez como campañas destructivas, van dirigidas a colectivos políticos de todo signo dejándonos mudos, sin pensar en las consecuencias que, dichas vergüenzas, puedan acarrear.
Soledad: Una epidemia que sí entiende de edad, sexo, estado civil y religión
El pico está en el tramo de edad de 18 a 24 años (34,6%); de ahí va reduciéndose el porcentaje hasta la franja de 65 a 74 años (14,5%), y vuelve a subir a partir de los 75 (20%). Por otro lado, como confirman algunos estudios, no es solo que los millennials y los Z...