La complicada labor de educar a los hijos se hace más compleja cuando llegamos a la etapa de la adolescencia. Por si fuera poco, este período se viene adelantando cada vez más de manera que algunas demandas que años atrás se solían hacer alrededor de los dieciséis años, ahora están planteándose cerca de los doce. Esto supone un reto para los padres, especialmente para aquellos aquejados del mal de no saber decir “no”. Es cierto que en esta época, en la que nuestros hijos e hijas empiezan a experimentar la autonomía, recordamos nuestras propias vivencias y también comparamos.
¿Vivimos en una sociedad que promueve las enfermedades mentales o es que somos más conscientes de ellas?
La salud mental está en el centro de la tormenta. La pregunta no es si somos conscientes, sino si seremos capaces de transformar esa consciencia en acción. ¿Podremos construir una sociedad que deje de alimentarse del sufrimiento y, en su lugar, cultive el cuidado, la...