Ahora que la casquivana prima de riesgo que todos compartimos parece estar más razonable, gracias al esfuerzo, sudor y desvelos del españolito de a pie, y no de la clase política, cuya tibieza a la hora de tomar medidas autorreguladoras, como de controlar y penar a los verdaderos artífices de la crisis (bancos, autonomías y sujetos con nombre y apellidos) alcanza cotas memorables, parece llegada la hora –se viene reclamando desde que el actual Gobierno tomó posesión– de dar cumplimiento urgente a las medidas del programa electoral sobre la defensa de la vida y sobre la protección a la familia que fueron esgrimidas por el Partido Popular en la hora electoral hace ya más de un año.
España se queda sin médicos de familia este verano (y esto es solo la punta del iceberg)
En estas fechas es más palpable que nunca la tensionada situación en la atención primaria. Una coyuntura derivada del abandono institucional y el desprestigio hacia la especialidad que provoca que muchos doctores decidan evitarla.