Marián González Luelmo tiene dos hijos biológicos que rozan la treintena, pero su familia es mucho más grande. Desde hace más de una década ejerce como voluntaria del programa de acogimiento familiar de Cruz Roja, una alternativa de la que se pueden beneficiar temporalmente niños en situación de desprotección. De ahí que por su casa hayan pasado ya varios menores, cada uno con una historia debajo del brazo. Traer a los pequeños a casa me reporta felicidad y sé que les puedo aportar mucho, asegura esta mujer, que advierte de que el peor trago que pasan las familias de acogida llega con la despedida.
España, rara avis en la zona euro: solo uno de cada 20 jubilados compagina trabajo y pensión
El Gobierno ha dado algunos pasos para incentivar el retraso de la jubilación desde 2022, pero todavía queda un importante paquete pendiente de aprobar relativo a la jubilación activa, la parcial y la flexible, la última parte de la reforma de las pensiones...