La memoria económica es de las más livianas. Esa es la razón de que no seamos capaces de aprender nada, ni de los momentos buenos ni de los malos, para preservar unos y evitar los otros. Nada, o muy poco. Y así, nos dejamos llevar por la circunstancia, gozándola sin reparo ni prevención cuando es buena y dejándonos agobiar hasta la desesperanza cuando es mala.
Control y sobreprotección
Más o menos, todos tenemos un concepto formado sobre lo que es la sobreprotección... Si lo tuviéramos que definir diríamos que es lo que hacen algunos padres con sus hijos cuando intentan que no les ocurra nada y parece que quieren meterles en una burbuja para que...