La memoria económica es de las más livianas. Esa es la razón de que no seamos capaces de aprender nada, ni de los momentos buenos ni de los malos, para preservar unos y evitar los otros. Nada, o muy poco. Y así, nos dejamos llevar por la circunstancia, gozándola sin reparo ni prevención cuando es buena y dejándonos agobiar hasta la desesperanza cuando es mala.
Uno de los pioneros de la inteligencia artificial deja Google y advierte del peligro de la tecnología
Después de que la empresa emergente OpenAI de San Francisco lanzó una nueva versión de ChatGPT en marzo, más de mil líderes tecnológicos e investigadores firmaron una carta abierta en la que pedían una moratoria de seis meses en el desarrollo de nuevos sistemas porque...